jueves, 5 de septiembre de 2013

Ridículo.

Comida. Un placer de la vida para algunos, un infierno para otros. Enemiga o amiga, creemos que de ella depende el estar "bien" o no. No entiendo el término "bien". Tampoco entiendo la rara asociación que hemos hecho: Persona delgada, significa persona guapa, mejor. Persona gorda, o un intermedio, significa inferior, complejo. Claro, yo aquí escribo los significados que la gente en su mayoría suele dar. Pero la realidad es totalmente opuesta. Si tenéis complejo, lucirlo, porque no existen los complejos, existe lo que la gente quiere hacernos creer que está mal. Y recordad la última frase que me saqué de la cabeza y puse en la entrada de ayer: "La diferencia no es defecto, es perfecto". Cambiemos nuestra ridícula forma de ver las cosas. Y ya sé que me contradigo con la segunda fotografía que adjunto a este texto pero... Nunca asociéis la comida a un estado de ánimo, no seáis dependientes ni arregléis vuestros problemas así, solucionarlos por medio de palabras, personas, unos sorbos de agua, un suspiro y fuerza. Cuando deseéis, estaré encantada de tomar algo con ustedes.


















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