martes, 18 de marzo de 2014

Shock.

Una de las cosas que menos me gusta de mi forma de ser, es que cuando algo malo pasa, y una terrible sensación se apodera de mí, me cierro, y no puedo escribirlo, porque escribirlo es aceptar la realidad, y hacer eso me cuesta mucho, porque me cierro a más dolor, cuando predispongo que algo me hará daño no me arriesgo, no me acerco, lo aparto. Haciendo una excepción con las personas, con las personas siempre he pensado que lo que debemos hacer es arriesgar. 
Todo acabará, y cada uno finalizaremos nuestras vidas de una manera u otra, unos moriremos antes de tiempo, otros alcanzaremos altas edades, por desgracia o por suerte, eso depende de cada uno. Pero de lo que estoy segura, y de lo que ya me he cerciorado varias veces, es de que lo último que pasa por nuestra mente antes de morir, el último pensamiento procesado por nuestro cerebro, va dedicado, y se basa en las personas, en lo que nos han hecho vivir, en los que nos han odiado y nos han amado, y viceversa. Lo principal para superar un golpe, es aceptarlo, salir de ese estado de shock en el que tantas veces nos quedamos estancados. 




2 comentarios:

  1. Eres fantástica. Cada una de tus palabras depende de la anterior, sería practicamente imposible conocer parte de tu historia sin haber leido algo antes. Cada una de tus palabras hace que un pedacito de mi se llene. Porque las palabras aunque a veces duelen, muchas otras recomponen.

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  2. Gracias a ti también por tus exquisitas y delicadas palabras, que me alientan a seguir, y me hacen experimentar la calma y la comodidad que tanto deseo en mi vida y conmigo misma. Gracias tesoro.

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