He llegado a tales extremos como mirarme a un espejo y darme miedo, escalofriante, y no reconocerme, y ver al mismo demonio en mis ojos. Y he querido huir de mí, y me he desesperado, y dañado en ocasiones. Es fiesta en mi ciudad, así que ni mañana ni pasado tendré que asistir a clase. Esto me agrada porque puedo descansar de todo aquello que tanto me tortura y me agota, me consume cada mañana con tan sólo pensarlo o imaginarlo. Os deseo suerte, ánimo, fuerza, valentía, y coraje, salvajismo para estrenar estos nuevos sietes días. Ojalá se os hagan atractivos.
"No permitas que el dolor, la tristeza, la soledad, el odio, la inseguridad, el resentimiento, los celos, el rencor, y todo lo que pueda sacar el brillo de tus ojos, destruya la pureza dentro de tu alma."
domingo, 2 de marzo de 2014
Demonio.
He dormido realmente mal. Suelo despertarme una vez por noche, pero esta vez han sido tres veces, la última no pude volver a dormir, así que me mantuve inmóvil en mi cama con el capricho de que el tiempo pasara a la velocidad que a mí se me antojara. Hoy sin embargo puede decirse que haré vida social, aunque más bien me obligo a mí misma a hacerla, si no puedo asegurar que estaría en total soledad y eso me gusta y me aterra al mismo tiempo. Cada noche siento una presencia en mi cuarto, intento ignorar ese maligno sentimiento de que alguien me observa. Pero más me tortura el saber que no hay nadie que me abraza y que me proteja de esos males. Tal vez de mí misma.
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