Y sonrío siempre al recordar.

Gracias por regalarme esos recuerdos, esas sensaciones que no me arrepiento de sentir, ni de llorar, ni de reír, no me arrepiento de nada. Gracias por caminar conmigo debajo de la lluvia, protegiéndome con tu mano entrelazada con la mía, gracias por permitir que me sentara encima de ti, por renunciar a lo que querías o te gustaba solo por mi,  por esos besos y abrazos a la vez que tanto nos gustaban, gracias por susurrarme te quiero al oído, por regalarme esa canción, por escribirme un buenos días cariño y un buenas noches, te amo cada día, por hacer de cada lugar algo perfecto, por preocuparte cuando no estaba conectada, por sonreír y decirme "que preciosa estás" al verme, por prepararme tantas sorpresas inimaginables, por dedicarme esa mirada profunda, secarme las lágrimas con tu dedo y decirme que todo va a salir bien si seguimos juntos, gracias por cocinarme, por hacerme reír, por darme a entender que yo era tu prioridad, por estar ahí, darme la mano donde fuera, porque ya me había acostumbrado a esta rutina, porque te quiero, pero sé que lo mejor ahora es pasar página, y sé que lo voy a conseguir. Porque tú me has echo más fuerte con cada palabra y con cada acción. Solo tengo que decir una cosa más. Adiós.