viernes, 18 de enero de 2013

Susurros al oído.

Sí, claro que puede haber momentos perfectos, sonrisas tontas sin motivos, ganas de llorar de alegría, porque no puedes creer que quieras tanto a alguien. Porque con él te sientes bien, protegida, en confianza, cómoda haga lo que haga. Porque con él es fácil. Porque te demuestra que te quiere, porque hace de cada minuto a tu lado algo muy especial. Y porque como él dijo una vez, quiero que esto no acabe nunca. Es perfecto, él me complementa, me encantan sus besos, sus caricias, sus susurros al oído, escuchar su respiración e intentar ir a la vez. Abrazarle, ser uno y fundirme en esos labios perfectos, porque eso para cualquier mujer es precioso. Y es lo que nos merecemos todas. Tú.






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