Periódicamente.

Me despierto cada mañana pensando en ti, en tu boca, en tu persona. Veo que estoy genial, me doy cuenta de que he conseguido dejar atrás a ese primer amor y hacerlo mejor con esta nueva persona a la que tanto quiero y que tanto necesito. Voy al instituto, periódicamente cada media hora me acuerdo de él, de mis amigos, de mi vida en general. Salgo a las 2:30 del instituto y miro a mi alrededor por si hoy a venido a recogerme. Después de comer me conecto y hablo con la gente a la que más quiero, o que están en la distancia. Así pasa la tarde entre libros, té, amigos y ballet... Siempre un poco de ballet. Me doy cuenta de que el cielo ya está oscuro. Pienso en él, duermo. Lo eterno puede durar apenas un segundo. Por eso te aconsejo que hagas lo que sientas en cada momento, esta vida está llena de miedos, pero también de ilusiones por cumplir.