Eso es.

  No puedo respirar, me estoy poniendo demasiado nerviosa, como si algo grande viniera a por mi, me tiemblan las manos, mi corazón se acelera bastante, y eso me preocupa, no puedo hablar con claridad, siento esa presión en la cabeza, en los ojos, noto que las lágrimas van a caer, pero no quiero. Me siento indefensa, sola. Soy incapaz de sonreír ahora mismo. Solo sonrío levemente cuando trato de tranquilizarme y te imagino. No hace falta imaginarte físicamente, me basta con recordar todo lo que me haces sentir, con recordar tu voz. Esa voz que lo puede todo en una décima de segundo.