Hay huellas que se borran en segundos, porque se las traga el mar, y ya ni recuerdas donde estuvieron, hay huellas que resbalan y caes encima, hay huellas que rompen baldosas, y huellas que hunden los cimientos de la vida, y te tambaleas, pierdes equilibrio. Hay lazos que se convierten en nudos, y arena fina que se hace piedra. Hay puzzles que encajaron hasta que una pieza decidió marcharse porque no encajaba.
Hay lugares que son casa, y casas que son infierno.
Hay personas que te devuelven la vida, y que te la rompen un poquito. Hay corazones que se agrietan y no pueden reconstruirse. El tiempo no lo cura todo, pero el tiempo convierte un libro nuevo en uno viejo que se hace polvo, de recuerdos indiferentes.
Hay mariposas en el estómago que se hacen cuervos negros que no te dejan. El mayor castigo es no poder coser un roto, dejar abierto un agujero que se ve demasiado, intermitente y oculto, pero que explota como la luna en una noche negra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario