Lo que me desconcierta de mí muchas veces es la mezcla de sentimientos que puedo llegar a sentir en un mismo momento, a la vez, todo unido, fusionado. Ahora mismo tengo unas intensas y aterradoras ganas de llorar, pero estoy eufórica, me río por el más mínimo detalle y creo que a veces eso es lo que yo definiría como mi escudo. Impermeable al mundo. Nos merecemos un descanso, esta semana ha sido agotadora, aunque todas lo sean. He vivido cosas nuevas. Estoy nerviosa, porque las cosas van rápido, pruebas de hospital, tanto psicológicas como físicas. Ahora veo a un ser enfermo. Pero lo peor y lo que más me asusta, es que mis terribles ganas de abandonar y rendirme ante la vida y el dolor, hacen que en contadas ocasiones ni quiera intentar seguir. Pero... repito. Mi vida pende de otras vidas. Fuerza, fuerza y valor para respirar cada día y cambiar la situación.
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