jueves, 10 de octubre de 2013

Vuestra propia cima.

Las decepciones son continuas, y muchas veces inesperadas, nos subestiman y acabamos creyendo las palabras ajenas que nos hieren de esa forma tan inconsciente. Creemos que no llegaremos a ser importantes, que no conseguiremos nuestras metas, o que al menos no lo haremos completamente. Que nos faltará algo, o en el peor de los casos, que nos faltará todo. Pero seamos razonables, si billones y billones de personas han sido capaces, y millones han llegado a ser los mejores... ¿Porqué vosotros no podéis llegar a cumplir vuestros sueños, vuestra verdadera vocación, lo que queréis ser verdaderamente? En mi opinión, los únicos y reales impedimentos por desgracia, son los económicos, pero por lo demás, que nadie os frene, ni vosotros mismos, no miréis la cima justo después de empezar, mirar al suelo y adelante, pisad con fuerza, y caeréis, sí, pero os levantaréis y lograréis gritar con euforia que estáis al fin donde queríais estar. Y que sois quienes queréis ser, que lleguéis a amar a vuestra persona. Escapemos de la masa de gente artificial.





















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