La vida es algo fugaz aparentemente eterno e insaciable. Es un mago, que nos hace creer que nunca acabará, nos provoca la sensación de largura en los días, para dar el gran golpe cuando menos lo esperamos. Y si tenemos suerte nos vemos con setenta y cinco años viendo una película de cuando tenías catorce. Nos mantenemos con la mente ocupada, vamos al colegio, instituto, universidad con suerte, y trabajamos si las cosas van bien. Entre medias puede verse el primer beso, el comienzo del amor, y si las cosas van bien, un marido, quién sabe si descendencia. Como relleno, añadimos libros leídos, películas vistas, lloradas y gritadas, reídas y aburridas. Tardes a solas, en compañía, con planes o sin planes. Diarios escritos o dejados a un lado. Camas sin hacer, almohadas con lágrimas y llantos apagados, Mesitas con tazas de té. Se ven amistades que vienen y van, a veces se quedan. Canciones bailadas y cantadas, letras gritadas hasta morir, morir de pasión. Deportes abandonados, sonrisas marchitas, y falsa modestia. Esa es la vida, con sus más y con sus menos, con ilusiones y pérdidas, con sus ganas de finalizar todo, con ganas de encontrar algo que tenemos en nuestras manos. Mañana os deseo una buena semana, con tranquilidad y con ánimo de llegar a vuestras metas. Y un feliz domingo, libre de tensiones y malestar. Mis estrellas.
Aquí estoy de nuevo, sólo para decirte lo contenta que estoy de haberte descubierto. Voy leyendo poco a poco tu blog desde el principio, no tengo mucho tiempo pero sí el suficiente para mirar por esta ventanita lo que tienes que ofrecer. Probablemente soy mucho mayor que tú, y los adultos nos creemos poseedores de la verdad y la experiencia, no es así. A mí, particularmente, me ilumina el alma encontrarme a personas como tú. Gracias por compartirte.
ResponderEliminarA mí me ilumina el alma leer a personalidades como tú. Me gusta que dejes ver que te sales orgullosamente del estándar mental de los adultos. Bajo mi punto de vista, la sabiduría o experiencia no se adquiere gracias a los años, sino a las circunstancias vividas. Creo que los jóvenes podemos enseñar millones de cosas a los adultos, y viceversa, por supuesto. Me alegra que disfrutes conmigo, un beso enorme.
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