Esto es un canto al viento, de corazón intrépido y mirada cruda.
Mi cabeza es un jaleo. En la llanura soy llanto, en la montaña silencio, en el mar soy pequeña, y en la noche sufrimiento.
Yo tengo un grito en los labios que quiere romper la aurora. Un grito que sin querer se desboca donde no existen las horas.
Soy una nube habitada. Se conoce a una persona por la presencia que acumula y la ausencia que deja.
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