lunes, 18 de junio de 2018

A veces no puedo moverme y me agobio. Parece que mis pies echan raíces y no quieren arrancar. Hay días grises teñidos de lluvia que me asaltan de dudas, que me trepan y ensanchan todas mis cicatrices; y las abren y las queman. 
Siento que todo se retuerce dentro de mí y ya no hay un nudo, hay muchos nudos que no dejan al aire vivir en paz. 
Crisis. Siento miedo y creo que alguien me hará mucho daño. Y no tengo otra solución (por ahora), que la de tumbarme en la cama, hacerme una bolita y aislarme de todo hasta que pase. 

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