sábado, 13 de septiembre de 2014

Insuperable.

Retomo esto por imposibilidad de evitarlo, es similar a un gran veneno para mí, (no me gusta atribuirle el nombre de "vicio", me parece demasiado típico y no está a la altura para lo que me hace sentir). El psicólogo me recomendó dejar este espacio, pero es como algo malo a lo que estás enganchado, lo he intentado pero ahora mismo estoy llorando de placer porque me siento en casa, y en confianza, me siento otra vez en este sitio al que me he volcado durante dos años, y me niego a dejarlo, al igual que negaré siempre rotundamente que el hecho de escribir sea malo. Esto es un bálsamo para mis heridas más profundas, y lo siento como lo que es, algo mío, de propio mérito. 
Los duros golpes que dejaron atrás mi memoria y mi cuerpo, y las sensaciones salvajes de supervivencia a una edad muy temprana e inadecuada, son signo ahora de la fuerza que algún día podré llegar a tener, y según mi filosofía de vida, signo de la fuerza que podré compartir. 
No me queda más remedio, y el destino me ha obligado a escribir sobre mi salvación cuando lo creía todo perdido. Suplico al mundo que algún día pueda hacerle saber y darle todo lo merecido a la maravillosa hada que con sus alas y sus inexplicables hechizos me da momentos insuperables. 



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