"No permitas que el dolor, la tristeza, la soledad, el odio, la inseguridad, el resentimiento, los celos, el rencor, y todo lo que pueda sacar el brillo de tus ojos, destruya la pureza dentro de tu alma."
domingo, 1 de diciembre de 2013
Me entrego.
Hoy escribo de milagro. Cada día me rompo más, cada día me consumen, me matan inconscientemente. Cada día es un reto, y cada noche un desvelo. Esta noche, sentí a esa niña que quiere que muera. Sentí que me abrazaba y me besaba, e intentaba llevarme con ella. Simplemente cerré los ojos y me até a la cama, evité coger cualquier cuchillo arma, y me quedé paralizada por el miedo. Sí, tengo miedo de mí misma, me asfixio poco a poco, me muero. Quiero dejar algo, quiero dejaros algo. Quiero dejarme a mí misma aquí plasmada. Hoy será mi última noche. Y no quiero que nadie lo sepa. Los buenos suicidas nunca avisan. Tiemblo, tengo frío, y me veo loca, loca, con un cuchillo enorme en la mano, tiritando, encerrada en una habitación, sentada en un rincón, hablando a través del móvil como si estuviera medianamente bien, para que las personas estén tranquilas y duela menos. Suicida, ella me ganó. Tengo miedo, y los monstruos no me dejan, y nadie me protege, y nadie me salva. Nadie me salva... Pierdo fuerza para teclear. Se acerca el final, se acerca el final de todo el dolor, todo el maltrato, las palabras, malos gestos, maltratada, subestimada, y sigo aquí, pero me voy a ir. Estoy sonriendo, una lágrima cae dentro de mi gran sonrisa de placer al deslizar el cuchillo por mi pierna, tiemblo, no quiero que nadie me vea, es inhumano, no soy yo. Alguien se metió dentro de mí para no salir. Y lucho a diario, Y LUCHO A DIARIO POR VOSOTRAS, y por eso me dejo aquí, me entrego a vosotras.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario