Te echo de menos, echo de menos nuestra rutina, nuestros te quiero los besos. Es precioso recordar esos momentos en los que me cogías de la mano, fuera donde fuera, cuando paseábamos bajo la lluvia, nos gustaba la lluvia, y ¿sabes porqué? porque no teníamos prisa, solo estábamos tú y yo.
Habrá que decirle adiós a las frases perfectas, a las noches en vela, a los pretextos buscados, a las risas con lágrimas en los ojos, a los corajes frustrados, a el silencio de las palabras. Pero te necesito aquí, no puedo sin ti.
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