Supongo que echar de menos a alguien es normal en esta vida, en todos los tiempos. Echar de menos es algo que no cambia para nadie con el paso de los años, es algo que siempre está ahí. A veces se vive de una forma muy dura, y otras intentamos que nos afecte lo menos posible. Cuando alguien se va de nuestro lado, nos queda su esencia, sus cualidades, sus defectos, sus gustos, su cariño, sus consejos, sus frases, su forma de ser... nos queda todo lo que mantenemos de él en nuestra memoria. Cuando recordamos los momentos vividos a su lado, sonreímos, nos emocionamos, lloramos, de felicidad, de tristeza, de nostalgia. A veces incluso de rabia, por no haber hecho todo lo planeado, por no haber hecho cosas, por no haber hablado más, nos arrepentimos. Nos duele.
Por eso, creo que si echamos de menos a alguien en la distancia, deberíamos dar las gracias de tenerlo con nosotros, porque está ahí. Seamos capaces de saltar todos los obstáculos, correr, gritar, hacer todo lo que esté en nuestra mano, para que cuando marchemos, para que cuando alguno de los dos falte, nos sintamos orgullosos, realizados, para que sintamos que lo hemos hecho todo con esa persona, y que se fue sabiendo de nuestro amor hacia ella. No dejemos nada en el tintero. La vida cambia en 2 segundos.Vivamos el momento.
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