No sé nada del amor, pero he amado mucho. Sólo sé que quema, que hiela, que delata, que chispea, brota y se desborda.
Sólo sé que burbujea, que explota, que calma, que cura, que lame y arropa y envuelve y protege, y arrulla, y mece, y duerme.
Sólo sé que también muerde, y escupe, y destroza, y solloza, y pincha, y hiere, y derrite el alma a cualquiera que esté dispuesto a dejarse hacer añicos. A cualquiera que esté dispuesto a ser pólvora, y polvo después.
Sólo sé que el amor vive, tal vez, y sólo tal vez; para dejarse morir.
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