martes, 27 de febrero de 2024

Dos cuentos.

Esta vez, te he escrito dos mini historias. Resumen las dos cosas principales que para mí, deben aportarme las relaciones de calidad: Paz y respeto.

 La primera historia es la paz que me das, en medio de todo el caos que es la vida que compartimos.

"La paz perfecta"

Cierto día se celebró un concurso para ver qué artista era capaz de reflejar en un cuadro la paz perfecta. Debido a la importancia del mismo acudieron numerosos pintores venidos de distintas partes del mundo. En total se presentaron más de cien obras que intentaban mostrar ese momento perfecto de calma y tranquilidad.

Unas mostraban preciosos atardeceres vistos desde una playa o desde la cima de una montaña, en otras se podían encontrar bonitos paisajes inundados por la luz del sol, por las flores o por la nieve.

Pero uno de los últimos días llegó una obra un tanto extraña, pues representaba todo lo contrario: era una escena en la que el mar golpeaba con furia las rocas y de las nubes salían varios rayos que llegaban hasta el agua.

Todas las obras presentadas se fueron mostrando a un respetado maestro budista que sería el encargado de elegir la ganadora. El problema era que, conforme le llegaban, el maestro las iba rechazando todas.

-Pero... ¿no hay ninguna más, no hay alguna diferente? Todas estas no me sirven.

-No, maestro, ya le hemos traído todas las que se han presentado al concurso... aunque, bueno... en realidad sí que hay otro cuadro pero no se lo hemos traído porque hemos pensado que su autor se ha confundido de temática.

-Bueno, si se ha presentado tengo que darle las mismas oportunidades que al resto, si podéis traerlo...

A los pocos minutos llegaron con la pintura.

-Esta es. Como puede observar representa un escenario totalmente contrario a la paz perfecta.

El maestro comenzó a analizar la obra, la estuvo observando minuciosamente y, de pronto, se le dibujó una sonrisa en el rostro.

-Ya tenemos obra ganadora -exclamó.

-¿Qué? -contestaron todos los presentes confundidos.

-Sí, sí... mirad, mirad ahí, justo en la rama de ese árbol. Observad ese pequeño pájaro que desde su nido observaba tranquilamente la tormenta.

Todos se quedaron sorprendidos al descubrir ese detalle.

-Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin viento, sin lluvia... Paz significa que a pesar de estar en medio de la tormenta, ese pájaro es capaz de mantenerse sereno y tranquilo. Ese es el verdadero significado de la paz perfecta.

Esta segunda historia es breve. Para mí, muestra nuestras diferencias de pensamiento, nuestras estravagancias, nuestros contrastes... Y siempre el constante respeto y acompañamiento a pesar de ser vidas vividas cada una a su manera. 

"Tú flores y yo arroz"

Una mujer estaba poniendo flores sobre la tumba de su esposo cuando vio a un anciano colocando un plato de arroz en la tumba de al lado.

La mujer se dirigió a él en tono de burla y le preguntó:

-¿De verdad cree que su difunto vendrá a comerse ese arroz?

-Sí, claro -respondió el anciano- el mismo día que el suyo venga a oler esas flores.



Gracias por darme paz y respeto todos estos años... Gracias por existir. Te quiero, feliz cumpleaños florecilla de cerezo. ♥️✨

domingo, 26 de febrero de 2023

Lealtad y Certidumbre.

Las lealtades son los lazos invisibles que nos vinculan a los demás. Lo mismo que los muertos a los vivos. Son promesas que hemos murmurado y cuya repercusión ignoramos. Fidelidades silenciosas, son contratos pactados las más de las veces con nosotros mismos, consignas aceptadas sin haberlas oído, deudas que albergamos en los entresijos de nuestra memoria. Me gusta quien elige con cuidado las palabras que no dice.
Las lealtades son las leyes de la infancia que dormitan en el interior de nuestros cuerpos, los valores en cuyo nombre actuamos con rectitud, los fundamentos que nos permiten resistir, los principios ilegibles que nos corroen y aprisionan. Nuestras alas y nuestros yugos. La vulnerabilidad mutua es una bonita forma de fortalecer cualquier vínculo y esto sólo se da a través de la confianza. 
No hay nada más liberador que la reciprocidad esa de exponer tus miedos y que el otro te exponga los suyos. En lo mutuo se encuentra la paz. Pocas cosas más bonitas hay que sentir que alguien te acepta incondicionalmente y te ama como eres, aun ayudándote a ser mejor persona, pero sin hacerte sentir poco valioso por el camino y sin hurgar en cada una de tus heridas. Supongo que eso es el amor. En todos los dibujos del ciclo del agua faltan las lágrimas.
Las lealtades son los trampolines sobre los que se despliegan nuestras fuerzas y las zanjas en las que enterramos nuestros sueños. Después de haberme dicho que los dragones no existen, me llevaste a tu guarida. Gracias. De entre todas las cosas, hay una de la que no se arrepiente nadie en la tierra. Esa cosa de haber sido valiente. 
Me hubiera agradado ofrecerte una novela amable como una nube esponjosa, pero quizá nunca escribiré obra semejante. De ahí que sólo puedo dedicarte este texto, trabajado por calles oscuras y parajes desconocidos, en contacto con gente terrestre, triste y somnolienta. Te ruego lo recibas como una prueba del gran amor que te tengo. Los seres humanos son más parecidos a los monstruos chapoteando en las tinieblas que a los luminosos ángeles de historias antiguas. Por eso, no verás aquí palabras doradas ni verás asomar el pie de plata de la felicidad, pero tú, que eres comprensiva y tan amiga mía, recíbelo como recibiste mis otros textos, escritos bajo mi mirada pensativa. Tu agrado será mi mejor regalo. 
La amistad es ante todo, certidumbre; y eso es lo que la diferencia del amor. 

viernes, 25 de febrero de 2022

Araña, lucha y muerde.

Pensar incomoda tanto como andar bajo la lluvia cuando el viento crece y parece que llueve más. 

Decía Charles Bukowski: "El amor de un solitario es el más auténtico que puede haber. Él te ama por elección, no por compañía". Quien ama sabiendo por qué ama, no ama. Yo no sé por qué te amo, pero lo hago. Se aprende a necesitar, necesitando. Yo no te necesito, tú no me necesitas, pero yo te elijo siempre en mi vida. La felicidad se parece a una pintura puntillista: pequeños puntos de color, sin relación entre sí, que consiguen a veces expresar algo, y otras veces no.

Un día, todos los elefantes se reunirán para olvidar. Todos, menos uno. Ojalá ese elefante recuerde nuestra historia. Si no, tampoco pasa nada, ya te tengo yo siempre presente en mi mente. Pero quiero que entiendas esto, al menos: Somos aves de paso. No levantes una casa demasiado sólida en ningún lugar, ni te llenes de cosas. Tu casa eres tú, y todo lo que necesitas es a ti. Te basta con tu par de alas, las tienes bien grandes, por eso muchas veces tu mente divaga y no sabes cómo volver. 

Cada mirada se hurta, cada boca enmudece, cada párpado cae, cada estrella caduca. El acto ingenuo de tropezar varias veces con la misma piedra, no es tu culpa. Algunos perciben tozudez, yo me limito a comprobar la persistencia de muchas piedras de permanecer en el mismo lugar después de haber herido a alguien. 

Si te pierdo, ¿Qué me duele? La cabeza no, el cuerpo no, el respirar un poco, pero menos que un resfriado. Tampoco el estómago y tampoco el corazón. ¿Por qué entonces no soporto perderte? Te quiero como el mar ama al agua que lo hace existir, y le da derecho a llamarse mar, y a reflejar el cielo, y la luna y las estrellas. 

Cuando vayas por el mundo, no sé lo que verás, pero sea lo que sea, más allá de lo que veas, siempre estoy yo además. Sentarse y dejar entrar; es lo que hago yo. Lo único que digo es que la vida puede más. Que la vida es, y la muerte no. Que algo que araña, lucha y muerde siempre tendrá más de un cincuenta. Muerde, lucha y araña siempre. Siempre.

Feliz cumpleaños, mi deseo es que seas feliz

sábado, 27 de febrero de 2021

Si yo no fuese yo...

Sé que soy inmortal. Sé que no me desvaneceré como la espiral que en la noche traza un niño con un palo encendido. Veo que las leyes elementales nunca piden disculpas.  

Existo como soy, eso es bastante. Si nadie en el mundo lo sabe, estoy satisfecha. Si todos y cada uno lo saben, estoy satisfecha. Hay dos mundos, y uno de ellos lo sabe, ese mundo soy yo misma. No sé si llegaré a donde quiero hoy, o dentro diez años, puedo resignarme con alegría, o puedo esperar con la misma alegría.  

Los goces del cielo están conmigo y las tormentas del infierno están conmigo. Los primeros, los injerto y multiplico en mi ser… Las tormentas, las traduzco a una nueva lengua. Me importan poco las almas neutras y sonámbulas en vida, salgo de la cama por mi propia causa. Hago sonar el gong de mi propia rebelión, me uno a los fugitivos, aparto la neblina que a veces se instala en mi mente, me uno a aquellos que traman y conspiran.  

Todas las verdades esperan en todas las cosas, ni se apresuran a pronunciarse ni se demoran. Lo insignificante es para mí tan importante como lo demás, ¿Qué puede ser mayor o menor que un encuentro con tu mirada? La lógica y los sermones jamás convencen, en la noche todo penetra con más intensidad.  

La mirada de un perro hace que me avergüence de mi simpleza. He oído a la gente dar discursos sobre el principio y el fin, pero yo no hablo ni del principio ni del fin. Nunca ha habido más comienzo que el que hay en este instante, y nunca habrá más perfección que la que hay ahora, ni más cielo ni inferno que el que hay en mí. ¿Has creído alguna vez que la tierra es demasiado grande? ¿Te has sentido alguna vez como mota de polvo en la inmensidad? La tierra es un pequeño laberinto para los dioses, y tú, no eres mota ni eres polvo, eres una aventura por vivir.  

Creo que una hoja de hierba no es menos que el trabajo realizado por las estrellas. Y que la hormiga es igualmente perfecta que un grano de arena, y que la articulación menor de mi mano puede humillar a todas las máquinas, y que la vaca paciendo con la cabeza baja supera a cualquier estatua, y que yo podría ir todas las tardes de mi vida a ver cómo hierve la tetera que te serviré de un momento a otro.  

Si yo no fuese yo, estaría privada y castigada por la vida, al no haberte podido conocer.  

jueves, 2 de abril de 2020

Quería escribir sobre esto hace unos días, pero no terminaba de atreverme. Hablaré por mí misma, pero también por las personas que como yo, tengan un trastorno mental. En mi caso, tengo ciclotimia, y un trastorno de alimentación. 
Esta situación no debería ser para mí del todo dura. Prácticamente estoy siempre sola, no socializo mucho y vivo sola, vivo con mis constantes cambios anímicos bruscos, y con el falso control alimentario que siempre me tortura y nunca deja mi mente. Mi problema no es estar confinada en casa, sin salir durante semanas, pues eso ya lo hago siempre. Mi problema es que estoy obligada a convivir con otras personas, amoldarme, dejarme ver, comidas comunes, convivencia común. 
Estas semanas están siendo aterradoras y no paro de luchar contra la idea de acabar conmigo. Estas semanas y no sé por cuánto tiempo más, los servicios psiquiátricos y psicológicos de los que disfruto semanalmente, no están ahí, tengo que lidiar contra todo ello yo sola, y cada noche en la que no duermo, y cada mañana al despertarme con el deseo de no salir de la cama en todo el día, son para mí un reto solitario al que tengo que enfrentarme. 
Pero sin duda, lo más duro a lo que me enfrento, es a mi trastorno alimentario. Tengo cita a finales de este mes en el hospital, en una unidad de trastornos de la alimentación, para ponerle fecha a mi ingreso en verano. Voy a ingresar muerta de miedo, pero sabiendo que es lo más valiente que he hecho hasta ahora, enfrentarme a mí y dar un paso firme para recuperarme de lo que lleva siendo muchos años un infierno. Anorexia. Me paso días enteros sin comer, o días en los que hago solo una comida, me fuerzo a hacer ejercicio que no me gusta solo para quemar calorías, de forma obsesiva. Tener un buen día o no, depende del peso que marque la báscula cada día. Si el número sube, aunque sean 100 gramos, ya tengo ganas de morir, y no puedo controlarlo, juro que no, y ojalá pudiera. Todo esto, lo echo todo a perder con días contrarios. Hay otros días en los que me doy atracones, tanto que he llegado a cuestionarme si lo que tendré es bulimia. Hay días que me doy dos atracones y vomito tres veces. No paro de vomitar, de destrozarme la garganta, el estómago. De vomitar sangre. Y después de estos días, vienen días de luto, de culpa extrema, de volver a ayunar y a matarme de hambre, y vuelta otra vez, y no paro de pensar en comida, y en mi maldito cuerpo, y me castigo, y se me escapa de mi control, y no puedo sola. Por eso, creo que la cruda decisión de ingresarme es la más inteligente que he tomado nunca, y me muero de miedo, pero más miedo me daría el saber que soy una cobarde y no me atrevo a tratarme, por ahí no paso. Tengo derecho, tenemos derecho a un tratamiento, a pedir ayuda cuando nosotras mismas no tenemos ningún control sobre la enfermedad. 
Por eso en estos días, hago "llamamiento": Hace muchísimo daño ver en las redes este boom del ejercicio físico en cuarentena, y con ello no estoy diciendo que no esté de acuerdo, o que vaya en contra, todo lo contrario, con decirlo solo pretendo expresarme, porque necesito sacar lo que me hace daño, aunque sean cosas normales o sanas para los demás. Me duelen también muchísimo comentarios como "vamos a engordar esta cuarentena". Me pone mucha presión y hace que no quiera comer. Aunque sé que son comentarios totalmente inocentes. Se me hace duro vivir con todo esto y tener que aguantar este tiempo hasta que me ingresen, no veo la hora. Pido comprensión, empatía. Espero haber hecho pensar a alguien, o al menos acercar un poco más esta problemática tan desconocida a la gente. Los hospitales están saturados, y muchas personas en riesgo, en riesgo grave, con trastornos mentales, están dejadas y descuidadas hasta nueva orden. Por esto, solo pido que si necesitáis hablar, estoy aquí. Y que si conocéis a alguien con cualquier problema, por favor, escribirles estos días, hacerles saber simplemente que os acordáis de su existencia. Un detalle así puede ser vital para alguien o al menos, aportarle algo de fuerza. 

jueves, 27 de febrero de 2020

Eres la magia del mago.

No quiero escribirte nada. 

No he venido a escribirte nada, a tirarte unas letras así sin más, ni a espolvorear dulzura con palabras delicadas. He venido a entregar mi corazón. 
Hay novelas que aun sin ser largas no logran comenzar de verdad hasta la página 50 o la 60. A algunas vidas les sucede lo mismo. Tú comienzas de verdad cada día, y nos comienzas a nosotros, los que te rodeamos; nos das cuerda como a una cajita de música, o como a un reloj de pared. Tu existir y tu parpadeo al mundo, tu generosidad al querer compartirte conmigo, hace que yo, sienta mi vida más de verdad. 
Debemos estar dispuestas a renunciar a la vida que estamos llevando para poder disfrutar de la vida que está esperándonos. No podría contar la historia de mi vida sin hablar de cuánto la llenas. No pretendas curarte de nadie. ni olvidar, ni negar lo que amaste. Tendrías que perder una parte de ti, y tú no quieres andar por la vida en pedazos. 
Cuando el mago lloraba, el conejo salía solo del sombrero y le sacaba todos los pañuelos de la manga para secar sus lágrimas. Eso eres tú. Eres la magia del mago. No tapas, no eclipsas, no pretendes, no demandas, no reprochas... Solo estás ahí, al fondo,generosa, bonita, esperando sin desearlo, a poder acudir siempre a socorrerme. "Querer estar", para mí, tu combinación de verbos perfecta. 
Recuerda siempre que eres dueña de ti, y que el arte de domesticar es complicado. A veces te verás como una bestia, otras, como un huracán que no sabrás controlar, otras veces no te entenderás a ti misma, pero siempre estarás en permanente proceso de conocer todas tus versiones. Ese es tu tesoro, tu colección infinita de  "tús". Qué afortunados somos los que podemos verte crecer, y ver cómo te levantas y sirves de ejemplo, qué valiente eres, temblando de miedo pero arriesgándote a vivirlo. Me repito: Eres la magia del mago, y tu mejor truco, es hacerte sentir cerca aunque estemos lejos, nunca te siento como ausencia, ni distancia, siempre te siento a mi lado, como tatuada. 
El mejor consejo que podré darte siempre es un abrazo. El mejor consejo que me has dado a mí es nunca cerrarme tus brazos. Feliz cumpleaños mi amor. 
Te quiero siempre.

Postdata: Dejo constancia por escrito de mi promesa de hacerte tu tarta Red Velvet cuando vaya muy pronto, espero que aún sigas ahí. De momento yo ya he cogido este trozo. Lo demás es para ti. 

lunes, 20 de enero de 2020

¿Dónde estoy yo?

Nunca desaparece, siempre en mis venas. Quiero dejarlo todo, se está volviendo una carga insoportable para mí. Quiero dejarlo todo. Por mucho que intento contenerlo, no sé por qué no puedo relajarme. No puedo respirar. Ellos quieren quitármelo, se me queda mirando a la cara, me sostiene en el espacio, quiero dejarlo. Se está volviendo una carga para mí, quiero dejarlo ir. No puedo respirar. Cada vez estoy más segura de que no voy a poder conmigo misma. No puedo ni mirarme al espejo, ni siquiera sé alimentarme, ni siquiera quiero alimentarme, quiero desaparecer, quiero ser invisible, quiero hacerme polvo, no quiero existir. 
Tengo tanto dolor dentro que hay días que realmente no sé porqué estoy viva. No quiero vivir, no quiero vivir, no quiero vivir, no quiero vivir, no quiero vivir. Vivo por los demás. Estudio por los demás, me despierto por los demás, como por los demás, camino por los demás, respiro por los demás, trabajo por los demás. ¿Dónde estoy yo? 

sábado, 14 de diciembre de 2019

No veo más allá. Parece como si mis ojos estuvieran recubiertos por un cristal empapado por el vaho, una niebla densa que no se va. Me duele mucho ser yo. Me duele querer y sentir y no tener nada que recibir. Si pudiera retroceder, no sé lo que cambiaría. Si pudiera elegir nacer o no, creo que sabría bien lo que hacer. Creo que si pudiera elegir a las personas que conozco y a las que no, creo que aún estaría más sola de lo que estoy. Me odio. 

miércoles, 11 de diciembre de 2019

Sólo sé.

No sé nada del amor, pero he amado mucho. Sólo sé que quema, que hiela, que delata, que chispea, brota y se desborda. 
Sólo sé que burbujea, que explota, que calma, que cura, que lame y arropa y envuelve y protege, y arrulla, y mece, y duerme. 
Sólo sé que también muerde, y escupe, y destroza, y solloza, y pincha, y hiere, y derrite el alma a cualquiera que esté dispuesto a dejarse hacer añicos. A cualquiera que esté dispuesto a ser pólvora, y polvo después. 
Sólo sé que el amor vive, tal vez, y sólo tal vez; para dejarse morir. 

miércoles, 6 de noviembre de 2019

Devuélvemelo.

No sé qué pasaría si mi cabeza estalla, si tirarían del carro o tirarían la toalla. Pero tengo un mosquito que me pica a todas horas, un verdugo que para que no llore me degüella, una piel tan fina que algodones me desuellan, una lista negra donde mis sesos se cuelan. 
Zona por donde paloma blanca nunca vuela, Chernóbil y su pata de elefante se quedan cortas. 
A quién voy a engañar si me sacas de la pena y no sé escribir. Quizás este es el precio y no pasar por el altar, estoy llena de vacío, pero al menos tengo métrica. 
Ya lo dije anteriormente, no sabes lo que duele hacer negocios con la muerte, dejándote el aliento suplicando que te lleve, como un completo egoísta que no sabe lo que tiene. He abierto la corteza y hoy al aire está mi mente, y aunque esté al descubierto nunca verás un "se vende". 
No tengo reseñas porque a nadie se le ocurre, visitar mi lúgubre avenida del desastre, tú llámame insensible, llámame cobarde, soy abeja libre, Dios me libre del enjambre. ¿No ves que en esa jaula ya no queda casi nadie? Para comer tu alpiste prefiero morir de hambre. 
Es como intervenir a un suicida, que no le cabe otra salida, nadie le cose la herida, se come las tripas, se bebe la orina, un pie en el andén y otro en la adrenalina. Dile a tu prima, dile a tu vecina o amiga que nadie se tira por llamar la atención. 
Roma no quiso acabar en la ruina, le pudo el complejo, le pudo la ira. Me pudo el despecho, me pudo el orgullo, se me fue la pinza. Tú eres la corriente, yo barco a la deriva. La noche mi fiel compañera de esgrima, la única mujer por la que mataría, aunque a la intemperie sea gélida o fría. Me hace sentir tan mía... Se vuelve pecado tener melanina, que vivo a mi modo sin hipocresía. 
Ya lo dije anteriormente, no sabes lo que duele hacer negocios con la muerte, dejándote el aliento suplicando que te lleve, como un completo egoísta que no sabe lo que tiene. 
Devuélvemelo, devuélveme, devuelve, devuélvemelo, mi tiempo, mi tiempo.