Siempre te felicito hablando de ti, pero me voy a poner yo
como protagonista y a explicarte lo que me aportas, lo que eres para mí, sin
adornos, sin pensar mucho.
No hace falta que ponga aquí tu nombre y apellidos. No es
necesario, pues estoy convencida de que al leerlo sin ninguna duda sabrás que
eres tú. El propósito de escribirte no es otro que hacerte saber lo importante
que eres para mí, y asegurarte que siempre estaré para ti.
Me encanta saber que contigo puedo ser yo misma, sin
preocuparme por qué vayas a pensar de mí o que me vayas a juzgar. No sabes la
tranquilidad que da tener a alguien con el que puedas contar para absolutamente
todo, sin excepciones. Te necesito para
que me grites, me regañes, me digas toda la verdad sin tabúes ni miedos, como
siempre haces. Solo te atreves tú a decirme todo lo que crees que es mejor para
mí.
Jamás te voy a dejar de agradecer que siempre que te llame
estés para mí y me abras tus puertas. Cuando estoy contigo no tengo la
sensación de perderme nada, sabes ver cosas de mí que nadie ve, sabes hacerte
sentir muy cerca estando a kilómetros. Muchas veces buscamos nuestro lugar en
el mundo, y es muy difícil, pero mi lugar en el mundo es cualquiera en el que
estés tú presente.
Me das cosas que ni yo sabía que quería, y lo haces sin que
yo te lo pida, solo por verme feliz. Me enseñas muchísimas cosas, pero para mí,
lo fundamental, es que me enseñas a quererme más a mí misma. Sabes cómo tratarme
a la perfección, fabricas palabras a medida, puedo desgarrarme contigo,
llorarte mares, que no te limitas a decirme que me calme, simplemente estás, me
acompañas, me escuchas, me apoyas, me cubres con tus brazos y te veo como
refugio. No hay nada mejor que alguien que entienda mi locura y no quiera
cambiarla, y exactamente me pasa contigo, te quiero así, tal y como eres.
Algo he debido de hacer muy bien en la vida para que me
regale el conocerte y tenerte conmigo. Siempre, podrás decirme cada cosa
terrible que hayas hecho, y dejarme quererte de todas formas. Si yo tengo uno,
y tú tienes cero, las dos tenemos 0’5. Si pudiera regalarte algo, sería la
capacidad de verte a través de mis ojos.
Si te digo que no te necesito, te miento, pero si te digo
que te necesito, también te miento. A ver si me explico. No eres mi aire, no te
necesito para respirar, pero sin ti, no sentiría que respiro.
Gracias por ser mi mejor amiga, como mi hermana. Feliz
cumpleaños y llénate de vida y fuerza, eres maravillosa.