domingo, 17 de septiembre de 2017

Hubo.

Hubo amor en las marcas grises vacías que dejan los cuadros al irse. Yo lo veo en la ventana entreabierta, en el misterio de un armario vacío. Lo siento en los portazos que arrasan todo y en la llama que titila de la vela espesa que se desangra.
Cuando escuches el revolverse de unas sábanas, el agitarse de una cortina presa del viento febril. Cuando veas cómo las olas corren a la carrera, deliciosas, espumosas, lamiendo la arena y atragantadas con las rocas... Entre el mar y el cielo no cabe ni la brevedad de un beso.