Ayer descubrí que soy jueves.
Soy consuelo y soy historia, soy destierro y soy hogar.
Soy hiriente y soy caricia. Soy monstruo y soy humana. Quiero luna y soy lluvia; persigo al sol y soy noche. Soy recuerdo y abandono, soy recógeme, sálvame. Soy trozos esparcidos, perdidos en un fondo que no existe.
Soy colonia artística y soy caos salvaje, animalada. Soy unos labios que destiñen; ojos que resbalan y manos que esquivan.
Soy artificial y esto no es poesía. Soy artificial y esto es realidad.
Soy uñas que rompen y arañan, la propia piel que las acompaña.
Soy precipicio en mis ojos, mar bravo que se escapa, pupilas inundadas. Busco un cómo y un porqué, no sé de suerte ni de excusas. Sé de piedras, sé de sombras, sé de puños cerrados, de miradas fugaces, sé de pasos que no vuelven, de finales fallidos, de piernas entreabiertas, de estampidas en el corazón.
Ayer descubrí que soy jueves.
Jadeos vacíos, Ultimátum a mí misma, Efervescencia sin previo aviso, Viento pegajoso, Eterno silbido ronco al oído, Sombra viuda sin su cuerpo.